Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. — Efesios 2:10
…sino que prosigo, por ver si logro asir aquel- lo para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. — Filipenses 3:12
Dios no te salvó solamente para poder llevarte al cielo. Él tiene un destino en mente para que lo cumplas. Pero debes ser proactivo o nunca sucederá. Debemos seguir el ejemplo del Apóstol Pablo y “lograr asirlo”.
Las buenas obras incluyen todo desde aprender a tener buenos modales (sí, adultos también), a ser un voluntario en estacionamiento, o entrenador de deportes hasta un diseñador de catedrales. ¿Qué crees que Jesús desea que hagas? Una de las características más importantes de tu don es que disfrutas hacerlo porque lo haces bien y sigues apren- diendo a hacerlo mejor. ¿Cuál es tu rol especial en tu familia, tu iglesia, tu vecindario, tu escuela o trabajo? ¿Eres respons- able y confiable en tus responsabilidades como voluntario?
El propósito grande de tu vida es un poco más difícil de ubicar. Lo encontrarás al considerar seriamente tus priori- dades y esperando en el Espíritu Santo para que te muestre lo que te emociona al largo plazo. Y no menosprecies la importancia de “solo” ser un gran padre y abuelo o una mamá o abuela amorosa. Aquellos de nosotros de edad mayor muchas veces lamentamos habernos enfocado mucho en el trabajo y no en nuestro matrimonio o trabajo. ¿Qué legado quieres dejar?
Alcance del día:
Usa una hora como tiempo de reflexión con Dios y haz una lista de 5-8 prioridades de tu vida en este momento, en orden de importancia. Repásalas con tu esposo(a), padres o mentor espiritual. Pon la lista en tu biblia en Filipenses 3 y haz decisiones cada domingo de cómo invertirás tu tiempo y esfuerzos esa semana.
