Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. — Lucas 4:7-8
Muchas cosas hoy nos piden que nos doblemos ante ellas, ya sean los últimos aparatos, automóviles, presiones sociales o deseos egoístas. La adoración es sacrificio; es poner sobre el altar lo que queremos para traer a Dios la gloria. ¿Recuerdas la historia de Abraham cuando fue a la montaña para sacrifi- car a Isaac? Él les dijo a los sirvientes, “esperen acá, que el joven y yo iremos a adorar.” Abraham puso en el altar los más preciado. Aunque no tuvo que sacrificar a Isaac, nos dejó gran ejemplo para nosotros hoy día, dar a Dios nuestras mismas vidas y lo más preciado de nosotros.
Alcance del día:
¿Qué en tu vida te ha alejado de traer gloria o servicio a Dios? Toma un momento y adora con música o mediante un acto de servicio a Dios.
